Puntos Suspensivos

“Dícese del signo gráfico que se utiliza en el fin de una sentencia con el fin de denotar su incompletitud”.
Blasfemia, casi un sacrilegio, los puntos suspensivos resultan ser el resumen de mi vida.
En efecto, son la expresión misma, el color de tu voz. Simbolizan las estrellas de un cielo sureño, el instante que utilizo para secar mis labios luego de beber un poco de vino, son el brillo de tus ojos y las lágrimas de los míos. La espera agobiante de no verte y verte, verte en otro, con otro y sin mí.
Cada grano de arena en la playa, la bandada de pájaros en el amanecer, el silencio que se genera entre cada una de tus palabras, el canto amargo que provoca la lluvia al tocar las rocas, son las rocas, la primavera mustia.
Son la vida y tu vida, la sonata insomnica que canto producto de la pena, las marcas del techo y de los muros, son el frío que me embarga en el alba.
También son mis ideas difusas, el temblor de mis manos, aquel que me hace inclinar a cabeza de la inseguridad, son la inseguridad que solo tú me provocas.
Puntos suspensivos, reflejo de tí. Las marcas en tu rostro, tus piececitos descalzos revoloteando por todos lados, son tu risa, el sonido más puro de tu risa, son tus lunares. El brillo de tus ojos y la pérdida del sentido cuando los vislumbro, incluso podría decir que eran la sensación extraña en el estómago que me provocaba el saber que volvería a verte.
Todo eso y mucho más son, aunque quizás sólo lo fueron. Luego de haber sido mis esperanzas hoy son mis desiluiones, son mis pasos imprecisos por esta calle poco iluminada, mis sollozos.
Quizás también son tus retos y tus posteriores abrazos apretados, tu mirada cada vez más difusa, o tal vez mi mirada es la que se haya perdida. Aunque claro, eso muy poco importa ahora.

Puntos suspensivos, quien lo diría, puntos suspensivos, es bueno repetirlo una vez más.
Son mis ganas de tomarte entre mis brazos y decirte que te amo, igual que ayer e igual que siempre. El temor a tus respuestas, lo mejor de cada uno. Lo que me impide olvidar.

Y hoy … hoy … hoy son sólo mi soledad …


((P.))